El papel del farmacéutico con la enfermedad del ictus
Ictus: situación actual y medidas de prevención
La enfermedad cerebrovascular (o ictus) es la primera causa de muerte en los países desarrollados, responsable de más de una cuarta parte de las muertes documentadas a nivel mundial y la primera causa de discapacidad grave en el adulto.
En España, las cifras permiten calcular la dimensión del problema: la incidencia del ictus se estima en 150-250 casos/año por cada 100.000 habitantes. El 12% de los españoles muere por esta causa. Un 4% de la población mayor de 65 años vive con secuelas de un ictus y 150.000 personas en nuestro país precisan ayuda para realizar sus actividades básicas como consecuencia de haber padecido un ictus.
El papel del farmacéutico desde la oficina de farmacia es muy importante tanto en el apoyo en medidas de prevención primaria y secundaria, como en la información proporcionada a los pacientes sobre pautas de actuación.
¿Cómo evitar o tratar el ictus desde la oficina de farmacia?
En relación a la prevención primaria del ictus, se puede aconsejar al paciente a generar el hábito de control de la tensión arterial, del peso, de la cintura abdominal, etc. Además de proporcionar consejos (los cuales adquieren más importancia en los pacientes en los que ya se ha detectado un factor de riesgo) sobre la importancia del estilo de vida, tales como:
– El abandono del tabaco.
– El consumo moderado de alcohol.
– Reducir el peso.
– Hacer ejercicio.
– Reducir la ingesta de sal en las comidas.
En lo que concierne a la prevención secundaria, el farmacéutico puede ayudar al paciente a conocer su medicación y utilizarla de manera responsable para que así se consiga un seguimiento del tratamiento farmacológico adecuado.
Este aspecto de educación sobre la medicación es todavía más relevante cuando el fármaco puede producir efectos secundarios importantes, como son los antiagregantes y todavía más los anticoagulantes, donde un mal uso puede asociarse a recurrencias o complicaciones hemorrágicas. Con los nuevos anticoagulantes orales que no requieren controles de coagulación ni ajustes de dosis, podemos caer en el error de no considerar sus graves efectos secundarios potenciales, con lo que la información proporcionada por el farmacéutico es vital.
¿Cuáles son los principales síntomas de sospecha de Ictus?
Al ser la oficina de farmacia el primer establecimiento sanitario al que acuden muchos pacientes cuando presentan algún síntoma, el farmacéutico tiene que saber los síntomas de sospecha típicos del ictus para así poder actuar en consecuencia:
-Pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.
-Trastorno repentino de la sensibilidad, sensación de “acorchamiento u hormigueo” de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.
-Pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos.
-Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendido por quien nos escucha.
-Dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente.
-Sensación de vértigo, desequilibrio si se acompaña de cualquier síntoma anterior.
¿Qué señales extrahospitalarias nos indican si el paciente sufre Ictus?
Una medida útil para valorar si estamos ante un ictus es la Escala de Cincinatti. Está pensada para que los sistemas de emergencia extrahospitalaria valoren a los enfermos y es sencilla de valorar. Se tratar de:
– Pedirle que sonría: si al intentarlo tuerce la boca hacia un lado supone alta sospecha de ictus.
– Pedirle que levante un brazo: si no puede levantarlo o le cuesta mucho hacerlo, eso también es una sospecha de ictus.
– Haciéndole hablar: si al hablar, no se le entiende porque no puede vocalizar bien o no puede expresarse bien, o lo hace con frases sin sentido supone sospecha de ictus.
Uno solo de estos síntomas ya supone una urgencia.
El farmacéutico debe ayudar a que el paciente entienda que los síntomas que pueden sugerir un ictus constituyen un motivo de consulta urgente, aunque los síntomas hayan sido transitorios.
También debe conocer los sistemas de atención urgente al ictus en su entorno y contribuir a la activación del “código ictus” en caso de atender a un sujeto con sospecha de ictus, llamando al 112 sin demora.
Artículo escrito por Guillermo Pascual Delgado, Registro y Desarrollo de Productos (Dirección Técnica y Calidad)
BIBLIOGRAFÍA:
1- El ictus en el siglo XXI. Tratamiento de urgencia. J. Gállego, M. Herrera, I. Jericó, R. Muñoz, N. Aymerich, E. Martínez-Vila. An. Sist. Sanit. Navar. 2008; 31 (Supl. 1): 15- 30.
2- Guía práctica Ictus. Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. 2017.
Colaboración: Fundación Freno al Ictus