El impacto económico del COVID-19 en el sector sanitario

El impacto económico del coronavirus, una recuperación gradual

Más allá del impacto sobre la vida de millones de personas en todo el mundo, la pandemia del COVID-19 también ha asestado un duro golpe sobre la economía global y local.

El estado de alarma ha generado enormes dudas sobre los retos para la economía en España y su recuperación. Las estimaciones apuntan a una recuperación gradual y desigual por sectores, de acuerdo con una vuelta a la “nueva normalidad” marcada por las fases de desescalada.

Impacto económico en el sector sanitario

Los indicadores generales apuntan a que el sector farmacia-salud amortigua los efectos negativos de una crisis sanitaria sin precedentes, gracias al consumo creciente de productos sanitarios. La realidad es que cualquier crisis en la demanda (en el consumo de bienes y servicios) tiene un impacto a corto y medio plazo.
Un claro ejemplo es la delicada situación de liquidez del sector sanitario privado que se ha puesto a disposición de la pandemia desde el primer momento. De hecho, el Ministerio de Sanidad ya ha dado el visto bueno a estudiar medidas económicas y fiscales que salven a los centros sanitarios privados de la bancarrota y la falta de ingresos provocada por el coronavirus.

¿Cómo se ha visto afectada la oficina de farmacia?

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha puesto de manifiesto, una vez más, la vocación de servicio público de la farmacia comunitaria, que ha asumido sin titubear el impacto operacional y también económico de la pandemia:

  • Ha visto mermados sus recursos humanos, por los contagiados por el virus estando en primera línea de la pandemia. Según datos datos recogidos entre los COFs, con fecha de 7 de mayo, 18 profesionales han fallecido, un total de 493 ha estado en cuarentena o ingresado, y 65 farmacias se han visto obligadas a cerrar temporalmente.
  • La complejidad del aprovisionamiento y el encarecimiento de las materias primas en algunos productos sanitarios han anulado prácticamente los márgenes.
  • Solo los operadores de distribución farmacéutica habituales han garantizado la seguridad, accesibilidad y garantías.
  • La contención en el consumo de bienes y servicios ha impactado directamente en muchas farmacias por la disminución de la demanda de productos de cuidado personal y OTC.
  • Desgraciadamente, muchas farmacias han debido implementar medidas de seguridad excepcionales en los locales ante el aumento radical del vandalismo en estos establecimientos.
Una vez más, destacamos la gran labor del farmacéutico como primer eslabón de la cadena sanitaria. Especialmente a lo largo de esta pandemia, no sólo se basa en la dispensación de medicamentos. El boticario también ofrece su conocimiento con el fin de mantener a todos sus pacientes informados, cada día.
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