Cuidados de la piel del Bebé

La piel del bebé tiene unas características fisiológicas que requieren de una atención específica para mantenerla saludable. La higiene y protección de la piel deben realizarse cuidadosamente y seguir unas pautas recomendadas.

¿Qué pautas generales debo seguir en el cuidado de la piel del bebé?

Te contamos aquellas sencillas pautas que son recomendadas para la correcta higiene de la piel del bebé en los siguientes pasos a seguir

Baño diario

Se recomienda realizar un baño con agua a 36 – 37ºC, con una temperatura ambiental aproximada a 20ºC y a la misma hora del día.

No rozar la piel del bebé

El jabón se puede aplicar directamente con la mano. Si se utilizan esponjas deben ser naturales y de la mayor suavidad posible.

Secado de la piel del bebé

Tras el baño la piel debe secarse meticulosamente, sin fricciones e incidiendo en las zonas de los pliegues cutáneos. 

Cuidado de la piel

Después del secado se recomienda aplicar una crema emoliente sobre la superficie cutánea. Evitar los cosméticos que estén formulados con perfumes, colorantes o sustancias potencialmente irritantes.

Aseo del área del pañal

Para la higiene de esta zona se aconseja utilizar agua y un jabón adecuado.

Ropa

Se aconseja que la ropa del bebé sea de algodón y evitar los tejidos sintéticos intentando evitar la aparición de dermatosis en la piel. 

Formulaciones para cuidar la piel del bebé

Para el correcto cuidado e higiene de la piel del bebé existen cosméticos que facilitan la hidratación y limpieza. La piel del bebé, rosada y suave al tacto presenta ciertas particularidades que tenemos que tener en cuenta a la hora de su cuidado.

Aceites pediátricos

Aportan emoliencia a la piel y la protegen frente a la humedad. El aceite se mezcla con la suciedad eliminandola fácilmente con ligero arrastre mecánico. Suelen incluir aceites vegetales en sus formulaciones como el aceite de almendras.

Emulsiones limpiadoras

Emulsiones fluidas cuyo objetivo es la higiene cutánea de la piel y su protección. Suelen ser principalmente de fase externa acuosa y es en la fase oleosa donde se incluyen los activos limpiadores.

Colonias infantiles

Se recomiendan colonias que no contengan alcohol o que tengan un bajo contenido en él.

Champús y jabones líquidos pediátricos

No deben dañar el tallo piloso y no pueden ser irritantes a la piel ni los ojos. Suelen tener menos cantidad de detergente que los destinados a adultos para favorecer la tolerancia cutánea y ocular. Se formulan en un rango de ph neutro y utilizan tensoactivos suaves, idóneos para pediatría. 

Toallitas húmedas

Se aconseja utilizar toallitas que utilicen detergentes suaves para mantener intacto el manto hidrolipídico

 

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