La resistencia bacteriana: ¡evitarla está en nuestras manos!

Esta es una semana muy especial, ya que durante ella se va a dar visibilidad a un problema muy grave que estamos sufriendo: la resistencia de determinados microorganismos al uso de antimicrobianos. 

La resistencia bacteriana o farmacorresistencia se trata de un problema que se ha visto acelerada en todo el mundo y debido a varios factores y casi todos tienen el común un mismo desencadenante; el ser humano.

En este año 2020 y para hacer un proyecto aún más ambicioso e inclusivo, la OMS ha decidido no centrarse únicamente en los antibióticos y hablar de antimicrobianos en general donde se incluye fármacos para el tratamiento de infecciones causadas por virus, hongos o diversos tipos de parásitos. Aunque, si bien es cierto que el principal problema y riesgo para la población se genera por la resistencia bacterianas frente a los antibióticos.

Los antibióticos: cómo acaban con las bacterias

Los antibióticos son sustancias químicas que pueden ser producidas de manera «natural» por microorganismos, o ser totalmente sintéticos o semisintéticos, y su función es la de eliminar (bactericidas) o bien inhibir el crecimiento (bacteriostático) de bacterias.

Se centran en atacar alguna parte sensible de la bacteria, de tal manera que pueden actuar a nivel de:

  • Pared bacteriana.
  • Membrana bacteriana.
  • Síntesis de proteínas.
  • Síntesis de ácidos nucleicos.

¿Por qué se produce la Resistencia Bacteriana?

Las Resistencias Bacterianas no son más que un mecanismo por el cual una bacteria se vuelve resistente a un antibiótico al que era sensible. Algo así como un mecanismo de defensa de la bacteria frente al antibiótico; el resultado: el antibiótico deja de ejercer su efecto.

A través de mutaciones o de transferencia de material genético de unas bacterias a otras se generan las resistencias bacterianas, que no son más que estrategias que tiene una bacteria para defenderse. De manera general qué hacen estas bacterias:

  • Que el antibiótico no llegue a penetrar en la bacteria para ejercer su acción.
  • Bacterias que producen «sustancias» (enzimas) que tienen capacidad de inactivar el antibiótico.
  • Modificar el sitio donde tiene que actuar el antibiótico.
  • Expulsar el antibiótico fuera de la bacteria.
  • Protección extra al «sitio» donde el antibiótico tiene que hacer efecto.

Realmente no es un fenómeno nuevo, es un fenómeno que ha existido siempre, incluso antes de que los humanos descubrieramos y empezáramos a usar esos antibióticos. El problema, como siempre que anda implicado un humano, es que nosotros hemos agravado el problema por mil y esto solo en 70 años, un tiempo que evolutivamente es un suspiro. No me quiero imaginar lo que ocurrirá cuando pasen otros 70 años.

Resistencias a antibióticos en cifras

Según datos publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), publicados en The Lancet Infectious Diseases, las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos causaron 33.000 muertes en 2015 en Europa. En el caso de España, la cifra anual de muertes atribuibles a infecciones por bacterias resistentes asciende a 3.000, según los datos del Registro de Actividad de Atención Especializada.

Y algo muy preocupante, el estudio señala que el 75% de los casos de muerte deriva de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria. El 39% de infecciones provocadas por bacterias resistentes a antibióticos de última línea como la colistina y los carbapenemas. Estos son antibióticos usados en el ámbito hospitalario y que vienen a ser herramientas muy potente y de importancia crítica para la salud humana.

 ¿Qué debemos hacer contra la resistencia bacteriana?

  • Las autoridades deben reforzar las políticas, los programas y la aplicación de las medidas de prevención y control de las infecciones. Así como fomentar el uso y la eliminación apropiada de medicamentos de calidad garantizada.
  • Los profesionales de la salud, deben evitar las infecciones velando por la limpieza de las manos, el instrumental y el entorno. Así como prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean necesarios. Notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia e informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente.
  • Los pacientes deben evitar hacer un mal uso de los antibióticos, y deben seguir estas recomendaciones:
    • Evitar la automedicación.
    • Completar los tratamientos prescritos.
    • No almacenar antibióticos en casa, tras completar el tratamiento de manera correcta si ha sobrado medicación debe depositarse en el Punto Sigre de la farmacia, ellos se encargarán de destruirlos correctamente.
España se encuentra a la cabeza del consumo de antibióticos de Europa, así que no estaría mal que todos, médicos, farmacéuticos, veterinarios y por supuesto pacientes, le prestáramos más atención a este grave problema.

Por ello, los profesionales farmacéuticos debemos informar de este gran problema a nuestros pacientes, para que juntos, le ganemos la batalla a la resistencia bacteriana.

Artículo escrito por Pablo García, @Medicadoo.

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