Transformación digital: ¿qué significa para una farmacia?
Estamos a las puertas de una nueva edición de Infarma y su comité organizador ha definido como uno de los retos a los que se enfrenta la oficina de farmacia ‘la innovación en las herramientas y canales digitales para mejorar la comunicación entre farmacéuticos y pacientes’.
Pero no nos llevemos a engaño, transformarse digitalmente no es informatizar procesos, ni hacer apps, ni permitir que el personal utilice su propio smartphone o tablet en el trabajo, ni tampoco es abrir un perfil de Instagram o Facebook.
Transformarse digitalmente supone un cambio de conducta, desde valorar otras competencias en nuestros colaboradores distintas a las tradicionales, demandar otros servicios a los laboratorios que nos faciliten la labor en el online, o tener como norma la recomendación en el mostrador de webs y apps de salud que mejoren la sintomatología y la relación de los pacientes con la enfermedad, etc… Es tener claro que hemos de poner tantas energías en este nuevo escenario como en la farmacia física.
Desmenucemos estos tres ejemplos que pueden ayudarnos a vislumbrar un cambio de mentalidad:
1.- Las competencias digitales serán una habilidad transversal imprescindible para profesionales del sector farmacéutico.
Será fundamental contar con profesionales digitales que sean conocedores de las peculiaridades de nuestro sector para seguir creciendo como farmacia. ¿Te interesas en las entrevistas de trabajo que mantienes para contratar a un colaborador por conocer sus habilidades en el mundo digital? ¿Por qué no incentivar este aspecto? Es muy difícil cuantificar el retorno económico que esto te reportará, pero nadie mejor que alguien de dentro para ser el portavoz de tu farmacia en el ecosistema digital.
La evolución de la tecnología es frenética y una adaptación al mundo digital que se mantenga en el tiempo requiere de profesionales capaces de prestar atención y mantenerse hambrientos por ese conocimiento de lo nuevo. ¿Tienes detectado en tu equipo este tipo de perfil?
Así por ejemplo, aprendimos que Instagram era la red social del momento, y cuando nos acostumbramos a publicar en el feed y a mantenerlo vivo y activo, nos vienen con que las stories son ahora el formato rey. Historias fugaces que duran 24h y que permiten compartir momentos cotidianos con tu comunidad sin necesidad de preocuparte de que la foto sea perfecta, pues desaparecerá en pocas horas, y que por su carácter efímero y la interactividad hace que la gente las devore. Cuando te acostumbras a una rutina en el plano digital ya la tienes que cambiar.
2.- ¿Sigues pidiendo sólo condiciones económicas a tus laboratorios a la hora de decantarte por uno u otro? ¿Qué hay de otras herramientas que nos proporcionan? ¿Las valoras?
Hasta ahora los laboratorios se limitaban a facilitarnos folletos y otros materiales que ayudaban a reforzar el consejo farmacéutico y que nos estorbaban en el mostrador antes de acabar en la papelera. Los tiempos han cambiado y hoy estamos en condiciones de exigirles que nos faciliten esta labor de comunicación en el mundo donde se mueve hoy el paciente: las redes sociales y el entorno online. Pedirles que nos provean de contenido que ayude y que sea educacional, práctico y entretenido, y fácilmente compartible.
Afortunadamente muchos laboratorios ya han entendido que esta oferta para la farmacia es una ventaja competitiva sobre sus rivales, y ofrecen a las farmacias contenido que puedan compartir como consejos sobre salud, imágenes, y materiales interactivos como GIFS. Mantener vivas las redes sociales en las que tenemos presencia no es una tarea fácil y puede llegar a cansarnos, y nada hay más contraproducente que un perfil abandonado para la reputación online de una farmacia. Pide ayuda a los laboratorios, ahora que van por la senda de que son nuestros colaboradores y no meros proveedores.
Lo mismo pasa con los colegios profesionales. Igual que fueron conscientes en su momento de la importancia de formar a los farmacéuticos en temas de gestión, hoy deberían hacerse eco de la realidad y empezar a ofertar a sus colegiados formación en digital. Muchos ya lo hacen con verdadero éxito.
Aprendimos sobre la selección y la gestión del surtido por necesidades terapéuticas de nuestro público y sobre la gestión por categorías, y ahora hemos de aprender sobre la gestión del contenido en nuestras redes sociales, blogs y webs según el interés de nuestra audiencia en el online. ¿La escuchas? ¿Sabes con qué contenido interacciona más, cuándo está activa, qué le mueve, qué le emociona?
3.- ¿Recomiendas apps y webs de salud a tus pacientes?
Una gran oportunidad de diferenciar nuestra farmacia y de enriquecer nuestro consejo es a través de la recomendación de webs y apps de salud a nuestros pacientes. Esto requiere de una información previa para hacerlo con total seguridad y garantía.
¿Cómo crees que sorprenderás a un joven paciente diabético enseñándole a manejar una aplicación de recetas o de ejercicios físicos para ellos? Sin duda que conectarás con él. Os moveréis en el mismo universo y además mejorarás su calidad de vida.
Hay algunos compañeros farmacéuticos que se han ocupado de hacer extraordinarias recopilaciones de estas herramientas, por lo que ya nos han facilitado la tarea de asegurarnos que estén validadas por profesionales u organismos competentes en cada sintomatología y patología.
Favorecen enormemente la relación del paciente con su enfermedad, puesto que son herramientas que están acostumbrados a manejar, aunque estarás conmigo en que sólo serán aconsejables para un tipo de público. Otro tipo de público quedará del todo satisfecho con tu consejo tradicional; se trata de dar a cada uno lo suyo.
Tres procesos, como la selección de personal, negociación con los laboratorios o recomendaciones al paciente, impregnados y condicionados por la existencia de un universo que corre paralelo al físico y que ya nadie puede obviar, el digital. Hacerlo extensivo a todos los procedimientos de la farmacia constituye la verdadera transformación digital.